domingo, 18 de diciembre de 2011




Por desatar ligaduras la vida se me escapó en un sueño
Luego despierta
                      tan sin vida
                                   tan sin cuerpo

                                                 tan sin sueños
Al otro lado del jardín
                                                                                                                                                                    tan sin vida, 
tirada en deseos sin cuerpo
                                                                                           

Tú dices mendigar, ¡ay jardinero!  

que ni para abrir pétalos a mendigos yo 
que ni para hambrientos de instintos que ni para el agua
harapientos de tiempos mueren de sed

los pétalos cayeron por un golpe
de realidad               mi flor que nunca vieron nacer
             
                                                                                                                                        dentro del ramaje
 
Los que no conocen de mi inusual hermosura

lo oscuro del miedo,                                         cuando los tallos son negros                 tierra infértil                                                                                                                                                        o están muertos


Luisana 
Romero
(diciembre 2011)

     


sábado, 10 de diciembre de 2011

A Saleh Perdomo

Cuando hay fuego en mis ojos
 y quema la gracia del vidrio

 los dos puntitos que se funden en la inmensidad de mi rostro,

quedan lágrimas  
en polvo
 sin ganas
sin motivos
en huelga por mi necedad
sufici
ente sufrimientos.


Cuando estoy sola y no hay abrazos
tiro contra el suelo
malcriadamente a esas lágrimas
y se quiebran

en profunda nostalgia
sus huesos


¡Y que me oigan los ingratos de la compañía

aquí estoy yo,sola de nuevo!
tiempo de sin abrazos




a veces
no los veo
Y cuando los veo alguna vez
en la parada del bus
distantes-distraídos-distintos
sin carcajadas
sin brazos...


Y me quejo
¿que doné mi sangre alguna vez por abrazos?

¿que aposté por la humanidad?



tres años estuve olvidada bajo el sol
y del olvido solo quemé la carne
sola.
y en tres años no entendí que

la humanidad está en guerra desde que se definió


Alego que
No tengo motivos para llorarles con ganas
hoy
llorarles con ganas es un absurdo sin papeles


Alego 
lo tengo ytodo
me tengo a mí misma
por
ejemplo
-y lo detesto-


A mí misma me recomiendo en la cama, además
en la soledad

y en el olvido...

Luisana Romero
(diciembre 2011)

sábado, 3 de diciembre de 2011

Agua




Durmiendo a la historia
que a diario sustentan
y ensucian
arriba de la cama, los zapatos
El polvo de la calle
que traga
tu piel traslúcida
después de ti suelo
El que descalzo anda y
se baña en ti
El que es feliz.
Luisana Romero
(Noviembre 2011)
Imaginario

El cuerpo se hizo a la espera
devorándome la esperanza
Y no venías, no venías
ni viniste
Soy otro ser alado
con flores a mi espalda
y cuero en mis pies.
Los deseos asexuados
que no quisiste
desde mi cama imaginaria
desde mi yo hombre
y mi yo mujer.
El deseo se despierta
Toco su rostro
le ha cambiado
-¿o me he equivocado?-
O  ya no es la servilleta usada
El deseo atónito
Ni el aroma ácido de las prostitutas
Le ha cambiado la extrañeza de su nombre ficticio
Ni es aquél a quien sólo vimos pasar alguna vez
No
Los fantasmas que me suelen visitar en  el silencio.
Luisana Romero
(Agosto 2011)
Parece un perfecto cuerpo inerte, sordo, neutro pero se va desarrollando y creciendo en silencio , detrás de las oraciones ornamentadas, de los castillos, las hadas,  hasta lograr un cuerpo flácido y maloliente, punzante, escalofriante, un ser lívido, frío, sin alma. Y yo con los ojos cerrados, no miré. Y yo mirando la fotografía  de sus padres en la sala, me distraje, me di la vuelta de confianza cuando a mi espalda se alimentaba de mi tiempo ese espectro.  Creció tanto comiendo de  mis altos contenidos energéticos de deseos y  sonrisas anecdóticas azucaradas por mi vida. Creció así que cuando me di vuelta, ya tenía sus dedos en mi vagina.
Esta es la historia de una noche con Ginebra.
Nunca lo presentí. Esa tarde fue larga desde que me levanté a las 7 am hasta que fui a parar a las 6 pm en aquella parada, porque tenía hambre de amistades. Estaba cansada de tener que sobrellevar a esa pesada soledad tarde a mi espalada, los pies hinchados de estrés y despeinada de rabia. Necesitaba vivir de instintos para refrescar a la tarde sola y vieja. Así me monté en ese bus desconocido, con gente desconocida y apretadamente desconocida, sudadas, cargadas de esperanza, melancólicas de vivir desconocidamente. El camino fue largo para ellos pero corto para mí que venía jugando con el viento y cantándole al oscurecer, aquél que se aproximaba para arroparnos y no dejarnos entrever. Llegué. No me dejó entrever realmente la oscuridad. Toqué. Pensé que lo de la oscuridad si era en serio. Y no salió nadie al principio. Su casa. Insistí. Llamé. Toqué de nuevo y salió él. El mutante. Claro, en ese instante aún no lo era. No negaré que tuve síntomas de su maldad en algún tiempo, pero nunca reconocí que realmente él fuera la enfermedad. Él. Gusano gordo. No. Los gusanos son lindos, pero él no. Lo vi. Tenía muchas ganas de verte nena. Yo también, dije con mi sinceridad. Ojalá no tuviera nunca sinceridad, ojalá fuese mala, espeluznante y desconfiada, insultante, punzante. Hablamos. Salimos. Conocí a sus amigos y también a ella. Conocí a Ginebra.  Ginebra es alocada, barata, de esas personas que te dicen la verdad obscenamente. Me cayó bien hasta que empecé a descubrir que la suciedad de ese sitio no era por la basura sino por la hipocresía. La de ella. La de él. La de todos.Quería  salir corriendo de espanto. Estaba sola en un lugar desconocido. Qué querían de mí si no tenía dinero. Quise estar en mi cama tapada bajo mi sábana. Quise cantar gritando el alé limón y esperar a que mi padre me rescatara. Pero nadie fue por mí. Estaba confundida, aturdida, con náuseas. Y vomité. Vomité de miedo, de soledad, de inseguridad. Vomité hasta el espíritu, el alma, la razón. Vomité por mi juventud, por mi "living la vida loca". Vomité hasta los sentidos, y allí caí anestesiada junto a él, él que sería el vigilante de mis sueños. El espectro. Caí en ese colchón frío y tieso, el mismo que le sirve a los indigentes. Y él junto a mí, a mi lado esperando mi abandono del cuerpo. El camino fue largo para él, y nuevamente fue corto para mí. Esta vez  no jugué con la oscuridad pero sí entrevió mi visión. Pero a la de él no. Él sí jugó. Abrió su maleta de doctor. Él sí. Sacó sus instrumentos metálicos afilados, impersonales y fríos. Sólo recuerdo sus ojos táctiles. Los que sacaron mi jugo para ser chasqueada, probada, degustada, saboreada por su boca de hígado. Su amiga Ginebra me durmió. Ginebra siempre estuvo a favor de él. Puta infiel. Pobre ser que escoge ser el villano. Pobre ser, el que ríe de último ríe mejor...

6 am. Él está tendido en el piso. Yo estoy tendida de confusión.  
Luisana Romero
(diciembre 2011)

sábado, 26 de noviembre de 2011

Canción para una araña mientras corre por su vida

Lancé una poesía al aire
que tu ruido no quiso escuchar.
Tuve que salir corriendo tras ellas
a las ya disueltas palabras
a las esparcidas por el viento.
Fue en vano mi perseguimiento
y es que fueron tantas
las verosímiles señoritas que vuelan en libertad
y que no volverán...


...y aunque la utopía nos tenga jodidos,
yo ciega a ella me seguiré arrimando.


Los sentimientos no deben ser libres
deben estar presos bajo el régimen recuerdo;
con cadenas que los aten;
con grilletes que los inmovilicen;
con tortura para que delaten;
con tinta;
con papel.


Algún día lograré vencer a ese enemigo
a ese inconquistable olvido:
ése quién arrebató mi nombre en ti
ése quién me saluda cuando le conviene.


Y esas perseguidas
efímeras palabras
puestas en libertad 
dieron giros por un momento.
Estas paredes pintadas de soledad
atestigua a quines vienen
pero que nunca están:
-"Ella está loca,
habla sola y
llora en silencio"-

Las hurañas
exiliadas de la memoria,
regaron cuanto objeto se topaban al girar
A mi pureza la echaron por el piso
y pasaron coleto con mi felicidad.
Conté con la esperanza que es tan pulcra
pero de esta reguera no me quiso limpiar.


*  *  *


Un viraje
comienza otra historia.

*  *  *


Todas las cosas giran.
Sin algún motivo,giran.
Como mis manos están girando ahora,
y estos rostros desconocidos que giran.
La leche y el vino giran
junto con mi cabello clavado que va girando.
Tu cama
gira
Tus pensamientos
giran.
Tus razones de ser
giran.
Tu recuerdo 
mi recuerdo 
giran.
Desde el amor hasta el odio
no paran de versar.
Y esta letanía 
tampoco va a parar.
El no sentir mareo significa que estamos girando
Y cuando el eje está en los imaginarios
los imaginarios se vuelcan girando.
Pero el recuerdo,
otra vez el recuerdo...


Es hermoso el recordar.
Yo recuerdo siempre
que el pasado se vuelve presente
y el presente es un recuerdo más.


No recuerdo en qué pasado perdí a tu presente.
Hace apenas un minuto 
te tenía en compañía
y dentro de un segundo 
vendrá mi soledad.
Pero te digo la verdad,
la culpa la tiene el azar.
Azar que detenta a la historia,
a él señálalo
y descártalo de tu memoria.
A él ignóralo 
y olvídalo,
Ahógalo de tu mutismo,
la laguna que da ecos a mi mente.
Se aprovechó del azul que tiñe mi cuerpo
para dar manchar a tu alma color rojo.
¡Qué sea ésta la última vez que le pida 
un libro de poesía 
a ese tal fulano azar!
*  *  *

Otra vez viene aquí un presente
como un recuerdo ya olvidado 
que se presagia lento y
tímidamente.

Era un sábado para domingo
y un domingo para viernes.
De viernes a ciudad estrecha
y de jueves a ciudad angosta.

Era un seis manchado en sábanas blancas
de aquel hotel transitado.

Con lazos de inocencia yo me hallé
atando dudas de no saber qué hacer.
Los lazos que te adornaron 
desde las palmeritas de tu miembro
hasta con el sonidito de tus zapatos gastados.

Yo me senté por un rato
para verte jugar
ser niño de nuevo
mientras tu ibas masturbando tu ausencia
esa tuya,
la desde hace años,
la ya cansada, 
la ya vieja.

Hubo un pensamiento,
estuvo mi infancia como pensamiento
y como miedo inesperado.
Pero sin buscarlo tan si quiera
allí estaba lo buscado.

Y es que el universo no ha parado de expandirse
y va girando y girando
como siempre girando,
alrededor de tu éxtasis del orgasmo,
entorno a mi vientre y a mis pies
con el corazón bailando.

Y gira y gira,
como el amor a la 
o los pecaminosos sueños que nunca se sabrán.

Gira lento, pero va girando,
como sentir alivio a corto plazo,
ése que estuvo allí en tu cuarto;
ése que estuvo aquí en mi cuarto:
mi tiempo y mi espacio ya no es tu universo.
Luisana Romero
(Junio
2011)

Tú que corroes



Me fijo en ti
Y un ceño olvidado sentencia tus nervios
Triturando a martillazos
tus dientes en marchas,
sin nervios
clavando de un golpe
                            tus nervios
Y vas
engrapando carne con dolor
royendo a tus uñas
astillas de colchones viejos
Tus dedos pelones
gritan dolor...


...y de lejos los veo
                            a ellos
A tu calva aguada de sangre
                            a ellos
a tu piel autista de cáscara gris


...y se los traga agradando
la boca despeinada de rojo
la histérica escandalosa de los cafetines
de los salones de fiesta sin invitar
de los botones desabrochados
de los cierres abajo
la del pudor


Te veo inquieto
 no piensas
y temo por tus ojos dislocados
tan secos de placer
                                  Temo por él


Te sigo mirando
 y sigues sin pensar
y una respiración humeante
cabalga mi desasosiego
y levanta a  golpes
mi atención


A ti que copulas desde lo insatisfecho
A ti que te pica el deseo
y malcrías tu insatisfacción


¿Recuerdas?
las manos llenas de tierra,
el hollín de los pasamanos
las piedras de los parques
la saliva de los perros
la caspa de los oídos
y los salados monstruos verdes;
y todo aquello que te fue prohibido
                                                degustar


¿Recuerdas?


                               -No-
Luisana Romero
(noviembre 2011)