sábado, 3 de diciembre de 2011

Imaginario

El cuerpo se hizo a la espera
devorándome la esperanza
Y no venías, no venías
ni viniste
Soy otro ser alado
con flores a mi espalda
y cuero en mis pies.
Los deseos asexuados
que no quisiste
desde mi cama imaginaria
desde mi yo hombre
y mi yo mujer.
El deseo se despierta
Toco su rostro
le ha cambiado
-¿o me he equivocado?-
O  ya no es la servilleta usada
El deseo atónito
Ni el aroma ácido de las prostitutas
Le ha cambiado la extrañeza de su nombre ficticio
Ni es aquél a quien sólo vimos pasar alguna vez
No
Los fantasmas que me suelen visitar en  el silencio.
Luisana Romero
(Agosto 2011)

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