sábado, 26 de noviembre de 2011

Tú que corroes



Me fijo en ti
Y un ceño olvidado sentencia tus nervios
Triturando a martillazos
tus dientes en marchas,
sin nervios
clavando de un golpe
                            tus nervios
Y vas
engrapando carne con dolor
royendo a tus uñas
astillas de colchones viejos
Tus dedos pelones
gritan dolor...


...y de lejos los veo
                            a ellos
A tu calva aguada de sangre
                            a ellos
a tu piel autista de cáscara gris


...y se los traga agradando
la boca despeinada de rojo
la histérica escandalosa de los cafetines
de los salones de fiesta sin invitar
de los botones desabrochados
de los cierres abajo
la del pudor


Te veo inquieto
 no piensas
y temo por tus ojos dislocados
tan secos de placer
                                  Temo por él


Te sigo mirando
 y sigues sin pensar
y una respiración humeante
cabalga mi desasosiego
y levanta a  golpes
mi atención


A ti que copulas desde lo insatisfecho
A ti que te pica el deseo
y malcrías tu insatisfacción


¿Recuerdas?
las manos llenas de tierra,
el hollín de los pasamanos
las piedras de los parques
la saliva de los perros
la caspa de los oídos
y los salados monstruos verdes;
y todo aquello que te fue prohibido
                                                degustar


¿Recuerdas?


                               -No-
Luisana Romero
(noviembre 2011)

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